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Yoga como Profesión

🧐 YOGA COMO PROFESIÓN ¿Quieres dedicarte profesionalmente al Yoga?
Antes de tomar una decisión sobre tu futuro profesional has de evaluar pros y contras. Porqué sí, también hay contras y has de considerarlos para ser realmente feliz como profesor/a de Yoga.
🙏 Antes de nada, permítenos un consejo. La motivación principal para dedicarte profesionalmente al Yoga ha de partir del corazón, la actitud de servicio y las ganas de compartir. Si éste es el motor, podrás superar cualquier obstáculo. Si tu motivación es ganar “dinero” pensando que dar clases de Yoga es un trabajo relajado y que te ayudará a llevar una vida más fácil o menos estresada de la que tienes ahora, es posible que te lleves un chasco…
👎 CONTRAS DE LA PROFESIÓN
▪️ FISCAL y TERRENAL – Bajo nuestro criterio, la mayor contra de la profesión es la parte fiscal. La cuota de autónomo, gestoría, 21% de IVA, el IRPF, etc. constituyen una parte de la vida profesional con la que hay que convivir en “relativa” paz. Dentro de “terrenal” están todos los factores digamos mundanos con los que hay que lidiar como encontrar una sala, tratar con el público, redes sociales, poner un precio, etc.
▪️ AGOTAMIENTO – Otra contra es el cansancio físico y mental al que algunos profesores de Yoga se enfrentan cuando tienen que ofrecer 15 clases semanales en distintos lugares de la ciudad. Esto no es saludable. Nuestra recomendación es que combines Yoga con otras actividades. Por ejemplo, a mí (Helena Chacón) me ayudó mucho alternar clases de Yoga, con masajes y estudios de Feng Shui. Me permitió no “quemarme”. Porque, aunque no te lo parezca, dentro de la profesión del Yoga también está el síndrome del “Burnout” y ésto es algo que no podemos permitirnos. ¿Cómo vamos a ayudar a otros si estamos agotados energéticamente?
▪️ CONFUSIÓN – Confundir al “yogui/yoguini” con el “profesor/a de Yoga” es otra de las grandes confusiones. No vas a ser más yogui por dar clases, ni menos… Existen profesores de Yoga que son yoguis, otros que no, y yoguis que no son profesores de Yoga. Es importante no mezclar los términos. Así mismo, ten siempre presente que una cosa es practicar Yoga para ti y otra cosa es dirigir una clase para otros. Ofrecer clases de Yoga como profesión, te ayudará a enfrentarte a situaciones “terrenales” como la búsqueda de un lugar donde dar las clases, cobrar a tus clientes, comprometerte con un horario, etc. lo cual puede convertirse en un verdadero camino de aprendizaje personal también (no todas las enseñanzas son sobre la esterilla), pero no es una vida de retiro y contemplación, no es una vida de introspección aislada de todo el mundo, no es una vida ajena a la sociedad. Así que, no esperes que por dar clases de Yoga vas a meditar más o tener más tiempo libre, etc.
👍 VENTAJAS DE LA PROFESIÓN DE YOGA
▪️ LIBERTAD – Obviamente no todo son pegas y por eso en las últimas décadas, la profesión de Yoga ha crecido exponencialmente. Una de las principales ventajas que te ofrece la profesión es ganar libertad en tu vida. Tú dispones tus horarios, tu tiempo, tu oferta, lo que quieres ofrecer y cómo, etc. Además, desde la popularidad del online, se ha consolidado una puerta que ofrece muchas posibilidades. No hay mayor gozo que dirigir tu tiempo.
▪️ SERVICIO – Otra de las grandes ventajas es realizar una actividad que ayuda a otros. Cuando observas el cambio en tus alumnos, la gratitud en sus caras, su bienestar y la ganancia de fuerza física y mental para superar sus propios obstáculos, etc. tu corazón se llena de gozo y vitalidad. Sientes que todos los “contras” desaparecen por unos instantes y que no puedes dejar de sentir gratitud por lo que haces y que por supuesto, todo el esfuerzo merece la pena. No hay mayor moneda de cambio que sentir que estás al servicio de la humanidad por un bien mayor. Por una sociedad más consciente, más plena, más llena de amor y compasión.
▪️ COMPROMISO – Cuando ofreces clases de Yoga, tienes un compromiso con tus alumnos y al hacerlo también lo tienes contigo mism@. Este compromiso te lleva a despertar más interés por tu propia práctica, por ofrecer buenas clases, especializarte, aprender más, estudiar, etc. Y esto es una motivación maravillosa porque te mueve el compartir. ¿Qué sería del mundo sin compartir…?
▪️ EN FORMA – Además, ofrecer clases te mantiene en forma física y mentalmente. Cuando tienes un mal día, y tienes una clase, existe un momento antes de la clase donde te conectas y te llenas de la Divinidad. Durante los instantes de la clase, el mal día “desaparace”. Eres tú, completamente conectad@ y no hay mejor terapia que dejar “apartados” tus problemas durante más de una hora. Cuando los “recuerdas” o “retomas” ya se ven diferentes…
▪️ APRENDIZAJE – Aprender de los alumn@s es una de las cosas que más enriquecen. La gente acude a una clase de Yoga esperando que el profesor le enseñe a relajarse, a hacer “bien” una postura, a “meditar”, etc. Estas cosas no se enseñan en verdad… El profesor enseña con su actitud más que otra cosa. Lo que no sabe el alumnado es que el profesor aprende mucho de ellos…. Aprende a valorar a las personas a través de su historia, conociendo sus fortalezas y debilidades, a ser más compasivo y tolerante, a observarse cuando aparece alguna enseñanza a “espejo”, etc.
🙏 ¿Quieres todas estas ventajas en tu vida y no te da miedo enfrentarte a los contras?
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Escribe Helena Chacón Muñoz