DIMENSIÓN TEMPORAL. LAS TRAMPAS DE MAYA

DIMENSIÓN TEMPORAL Las trampas de Maya.
La mayoría de las prácticas filosóficas- espirituales hablan de la importancia de vivir el “Presente” y prestar “atención” a lo que sucede en cada instante.
En el Ashtanga Yoga de Patanjali se habla de los estados “Pratyahara” y “Dharana” en los que replegamos los sentidos para mirar dentro y comenzar a desarrollar atención a nuestros estados internos.
El popular Mindfulness, derivado de practicas orientales (como el Budismo) consiste precisamente en observar el presente sin juicio.
Una vez nos adentremos y perfeccionemos nuestra “Presencia” conseguiremos no dejarnos influir por las circunstancias externas o por nuestras propias emociones. Observaremos que los sucesos van y vienen mientras adoptamos la actitud de “testigo”. Pretendemos disolver con ello el velo de la ignorancia de Maya, lo que nos hace vivir confundidos y con sufrimiento.
Sin embargo, en nuestra vida cotidiana, observamos que nuestro Presente está influido por el Pasado y el Futuro y nos cuesta mucho desligarnos de los mismos. Todos tenemos “huellas” de nuestros aprendizajes y traumas del pasado que nos marcan, moldean y forman parte de nuestro presente actual. Similarmente, no podemos vivir sin cierto grado de ilusión, con metas y proyectos hacia el futuro y en ocasiones también temor.
¿CÓMO PODEMOS HACER PARA VIVIR UNA VIDA PLENA?
Con la práctica continuada, lo que buscamos en Yoga es entrar en el estado de Meditación (Dhyana) donde la atención es expandida. En ella, nuestra mente externa (Manas) se comunica con Buddhi (nuestro discernimiento) para usar inteligentemente nuestros recursos y ponerlos al servicio de nuestra verdadera Esencia (Chitta). De este modo, la Presencia se une a la Inteligencia y aflora la Sabiduría. A estos niveles del Ser, donde no sólo observamos que hay un Testigo sino que SOMOS EL TESTIGO, la pura Conciencia, aparecen las leyes de la física cuántica y la desaparición del tiempo lineal. Ya no hay presente, ni pasado, ni futuro. Todo forma parte de la Totalidad. Desaparece la “forma temporal” de Maya que no es más que un engaño conocido en el Shivaismo tántrico de Cachemira como Kāla (uno de los 5 Kanchukas o capas que bloquean la verdadera naturaleza divina).
La CLAVE está en aprender a vivir el Presente con un “ojo” en el Pasado y con un “ojo” en el Futuro, cerrando el círculo de las experiencias y vivencias de nuestra Alma tal y como una araña entreteje su red . Es decir, nuestra vida debe ser vivida con presencia, aprendiendo de los errores del pasado para desligarnos de ellos y proyectando-manifestando hacia el futuro, sin apegos.
En el TAOÍSMO, esta dimensión temporal la llevan los meridianos extraordinarios “Yin Wei Mai” y “Yang Wei Mai”, gracias a los cuales podemos aprender de la experiencia y no cometer los mismos errores, podemos adaptarnos a los ciclos y diversas etapas de nuestra vida personal, social, familiar, etc. sin sufrimiento y podemos encontrar lo que es perdurable, nuestra verdadera Esencia.
Vivir una vida plena no significa esconder bajo la alfombra nuestras experiencias y volverse apático hacia el futuro, sino aprender a disolver las ataduras “temporales” que nos mantienen alejados de nuestra parte Divina.
Practica la Presencia, desarrolla la Conciencia y usa la Inteligencia Verdadera para vivir una vida guiada desde lo Verdaderamente Eterno.

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Foto: Javier Muriel

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