¿QUÉ ES LA BIOTENSEGRIDAD?

En el Yoga clásico de Patanjali se definen 2 cualidades que ha de tenerse en el estado de “Asanas”. Por un lado, “Sthira” (estabilidad, firmeza) y por otro, “Sukham” (amabilidad, dulzura). Curiosamente, estas dos características esenciales son las que definen el concepto de “Biotensegridad”

El término “biotensegridad” fue acuñado por Dr. Stephen Levin y significa “integridad tensional de un organismo vivo” o “tensegridad de un organismo”. Hace alusión a una forma auto-sostenida, que no depende de fuerzas externas ni le influye la gravedad. Esta idea deriva en realidad de R.B. Fuller, arquitecto e ingeniero que describió la tensegridad como “combinación de fuerzas que existen en una estructura formada por una red infinita de elementos de comprensión (elementos rígidos) interconectados a través de elementos tensiles (elásticos) que le dan a la estructura su integridad total”. Los populares domos geodésicos derivan de esta idea de estructura auto-sostenida (observa que no tienen columnas ni pilares) o las cúpulas de algunas catedrales o edificaciones como la mostrada en la foto.

Es decir, el concepto de Biotensegridad nos habla de un cuerpo donde hay balance entre tensión y compresión, tensión y espacio, elongación y compactación, liberación y control, etc. es decir, un cuerpo que se autosostiene y mantiene integridad estructural desafiando la gravedad sin demasiado esfuerzo.

Esta idea revolucionaria en arquitectura se aplica perfectamente al modelo fascial de modo que los huesos son los elementos rígidos y las fascias los elásticos. Es decir, la idea de tensegridad aplicada al cuerpo humano quiere decir que éste se sostiene por una serie de tensiones que están auto-sostenidas (integridad). Nuestros huesos podríamos decir que “flotan” (observa que nuestros huesos no se tocan) en una matriz fascial que los enlazan y sostienen. Cuando una zona recibe la acción de una fuerza, todo el sistema recibe el impacto y se amolda a ella. Es decir, todos los elementos del sistema disipan y distribuyen la acción recibida.

Esto ha sido revolucionario para el mundo anatómico y del fitness centrado clásicamente en el trabajo de músculos concretos y aislados. Nuestro cuerpo está totalmente integrado de modo que cuando ejercemos una acción en una zona la misma afecta a lugares distales. Según Thomas Myer (2010), además, si la estructura tensegrítica tiene sus componentes tensiles (fascias) estirados la estructura es capaz de soportar una carga mayor sin deformarse. Las fascias son el tejido a través del cual los músculos ejercen su acción. Si éstas están estiradas y saludables, nuestros músculos serán más eficaces o dicho de otro modo, podremos soportar mayores cargas de tensión sin consumir un exceso de energía y sin lesión.

En la práctica de YOGA MIOFASCIAL® apostamos por una visión integrada, holística y completa de nuestro tejido fascial. Buscaremos con cada práctica la biotensegridad, es decir, la eficiencia energética del organismo donde las fuerzas recibidas son absorbidas de modo global y no local. La clave está en el equilibrio entre tensión o fuerza y elasticidad. Es decir, las fuerzas aplicadas deben ser disipadas gracias a la continuidad de los tejidos, practicando con todo el cuerpo en su totalidad para que no todo el peso tensional sea acarreado por un único músculo y permitiendo al cuerpo que tenga integridad y auto-sostenimiento. De este modo, trabajaremos con cadenas musculares (vías Miofasciales) focalizando la energía en recorridos concretos del tejido fascial pero sin olvidar que nuestro cuerpo funciona como un todo.

La “tensión” saludable de la que hablamos en una estructura de biotensegridad permite mantener nuestro cuerpo en una postura saludable con independencia de la gravedad y con el menor consumo de energía posible. Es decir, las prácticas más relajadas (Resturativo, Yin, Yoga Nidra) deberán siempre combinarse con prácticas que impliquen cierto grado de tensión-tono (práctica solar) en los tejidos. Si no es así, entraremos en el campo de la lasitud muscular y fascial, saliéndonos del equilibrio al igual que si sólo realizáramos prácticas dinámicas y de fuerza sin permitir al cuerpo recuperarse y regenerarse.

En YOGA MIOFASCIAL® utilizamos un método basado en diversos tipos de ejercicios y Asanas de Yoga clasificados en 5 Pilares que aporten tanto “tensión-estiramiento fascial” como “integridad-fuerza” favoreciendo el moldeado de tu cuerpo haciéndolo sentir saludable y ágil.

TEXTO extraído de la FORMACIÓN en YOGA MIOFASCIAL®

Escrito: Helena Chacón

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